La situación heredada en el conurbano en materia de seguridad excede cualquier límite de la imaginación. Fueron doce años de abandono, impericia y complicidades. El delito escaló a un nivel como acaso nunca antes en la historia.
Los barrios se llenaron de tragedias y dolor, mientras la política miraba para otro lado fingiendo preocupación. Sucedió en la mayoría de los municipios, por no decir en todos.
Por supuesto, mientras las familias se llenaron de duelo, los dirigentes en campaña aprovecharon para vender soluciones mágicas que no tienen. Lo estamos viendo incluso en estas elecciones.
La realidad es difícil, pero mejora. En el caso de Lanús, en el último año y medio pasamos de 180 a 460 cámaras de seguridad, para lo cual tuvimos que extender el tendido de fibra óptica de 12 a 80 kilómetros.
Además, subimos de 11 a 37 móviles de Policía Local, pusimos 16 motos y llevamos de 10 a 29 los autos de Protección Ciudadana.
Más: formamos 500 Policías locales e inauguramos nuestra Escuela de Policía y Centro de Capacitación Profesional Policial, no sólo para nuestros efectivos, sino para los de toda la Provincia de Buenos Aires.
Gracias al fuerte compromiso del intendente, Néstor Grindetti, transformamos nuestro Centro de Monitoreo en un Centro Único de Comando y Control, donde Policía, SAME y Defensa Civil despachan desde un solo lugar las emergencias, con tecnología de punta que hoy no tiene ningún otro municipio.
En el mismo sentido, creamos la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, lo que se tradujo en una cantidad de allanamientos mayor al que tuvo el propio municipio durante los últimos ocho años y al que tienen hoy municipios como el de Tigre.
Durante esta gestión nació la Oficina de Atención a la Víctima y rearmamos nuestro mapa del delito a partir de los datos del 911, lo que permitió cambiar el sistema de patrullaje en función de las denuncias de los vecinos y bajar sustantivamente el robo automotor.
Con el apoyo de la gobernadora María Eugenia Vidal y del ministro Cristian Ritondo, en agosto inauguraremos nuestra justicia penal descentralizada para acercar la Justicia al vecino de Lanús. Esta justicia hoy está en Lomas.
Por supuesto, mientras haya una sola víctima de la inseguridad no hay nada para festejar, pero la violencia en Lanús disminuyó. Trabajamos y seguimos trabajando duro para mejorar.